jueves, 3 de junio de 2010

AUTOEVALUACIÓN

Aunque en principio sólo se nos ha pedido autoevaluarnos, me apetece acompañar esa valoración junto con una de la asignatura, ya que en clase, por la falta de tiempo, no tuve la oportunidad de expresar todo aquello que quería.

En años anteriores, en Magisterio, el objetivo de esta asignatura era hacer una crítica constructiva de las actividades que actualmente se llevan a cabo en la clase de Plástica, buscando alternativas con las que realmente se consigan los propósitos que ayuden a que el alumno tenga una formación integral. Aprendí que la clase de Plástica actualmente se ve como una "maría" en la cual se intenta que los alumnos pasen el tiempo rellenando fichas de colores o haciendo manualidades que al fin y al cabo no les aportan nada. La función principal del maestro es formar personas. Está muy bien que nuestros alumnos sepan un montón de cosas sobre matemáticas, lengua o conocimiento del medio, es más, es básico para su desarrollo que adquieran conocimientos de estas áreas. Sin embargo es igual o más importante que el alumno desarrolle en una dirección adecuada su personalidad, que no nos olvidemos de su parte emocional, que aprenden a desenvolverse en el ámbito social en el que viven y a expresarse y a comunicarse con los demás. Creo que la Educación Plástica puede hacer hincapié en estos puntos de una forma muy importante.

Llegué a estas conclusiones en las asignaturas abordadas en Magisterio, como he dicho anteriormente, pero no llegaron a enseñarme qué es realmente lo que tengo que hacer cuando me halle frente a mis alumnos. Es por todo ello que pensé que en esta asignatura iba a obtener esas respuestas. En un principio no ha sido así. Digo en un principio porque si lo que esperábamos era que nos dijeran "tienes que hacer esto, esto y esto", podemos esperar sentados. No se nos dan unas respuestas obvias porque no existen. No hay una fórmula mágica para enseñar. Creo que uno de los objetivos “ocultos” de la asignatura era que conociéramos una parte de arte que se encuentra más escondida, completando así los conocimientos que hasta entonces habíamos adquirido. Si no era este el objetivo, al menos es el efecto que ha tenido en mí. Ahora tengo una idea bastante completa de lo qué es el arte, de cuáles son sus pretensiones y de las distintas formas que existen de llevarlo a cabo. Cuando me enfrente a mis alumnos sólo tengo que rebuscar y combinar esos conocimientos para llegar a la consecución de mis objetivos.

Antes de finalizar con la autoevaluación me gustaría hacer una crítica de algunos aspectos que hemos visto en la asignatura, sobre todo en lo que respecta a la charla de Miguel Ángel Tidor. Él nos mostró otra forma de dar la Educación Plástica, desde luego muy innovadora y original. No obstante creo que detrás de esa forma de dar clase había en parte cierta pretensión personal. Nos dejó claro que es un gran artista en el ámbito del videoarte pero no estoy muy segura de que los alumnos realmente entendieran el significado de esas actividades.

Sé que la falta de tiempo ha sido uno de los puntos en contra de esta materia. A modo de sugerencia me gustaría decir que la Experiencia 3: RIP. Diálogo de Poéticas Contemporáneas III, podría haberse alargado más en el tiempo, no continuando solamente con las obras de aquellos autores por los que nos viéramos atraídos, sino también por otros que no comprendiéramos. De esta manera la comprensión del arte sería mucho más fácil. Al ponerse en el lugar de otra persona te preguntas qué es lo que pretende, qué está expresando. Esas respuesta son mucho más factibles si lo que vemos nos gusta, nos es más fácil llegar a la esencia. Ponerse en lugar de otra persona es algo complicado pero a través de ello podemos encontrar las contestaciones a muchos interrogantes que (creo) tenemos la mayoría de alumnos.

He aprendido muchas cosas acerca del videoarte, área que realmente desconocía. Lo más importante no es el manejo de programas para componer vídeo, que seguramente la mayoría ya habíamos “bicheado” en ellos. El mayor aprendizaje se ha dado en la manera de pensar, en la forma en que se nos ha hecho filosofar, cambiando nuestros puntos de vista y mirando más allá de la simpleza de la mayoría de objetos. El famoso pensamiento divergente del que tanto se habla en educación ha estado presente a lo largo de toda la asignatura: ¿qué quiero expresar con una sola imagen? ¿qué es un minuto? ¿se puede concebir como algo más que 60 segundos? ¿cómo puedo sentirme completamente identificada en un vídeo realizado por un compañero? ¿qué tema me interesa tanto como para llegar a establecer unas conclusiones muy personales o buscar las respuestas a mis interrogantes?

lunes, 31 de mayo de 2010

ENSAYO: "El artista, ¿nace o se hace?"

El artista, ¿nace o se hace?


INTRODUCCIÓN

Antes de comenzar con el ensayo en sí debo decir que he dado vueltas hasta marearme. Si el artista nace o se hace es un dilema que siempre estará en boca de todos y cada uno de nosotros tendremos una u otra opinión. Sin embargo apuesto que, en un debate, podríamos desmontar el argumento del bando contrario, sea cual sea la opción por la que nos decantamos (así como también podrían destrozar nuestras premisas).

Mi objetivo era llegar hasta el final. Esta pregunta llevo haciéndomela desde muy pequeña, seguramente por el contexto en el que me he criado: he estado en continuo contacto indirecto con el arte. Digo indirecto porque aunque siempre lo he tenido ahí, lo he podido palpar, nunca me he atrevido a tocarlo. Es por eso que cuando comencé el trabajo me propuse acabar de una vez por todas con el interrogante. Me siento como si hubiera estado buscando el elixir de la vida o el Santo Grial, pues he puesto mucho empeño en ello y a veces me he sorprendido a mí misma filosofando como nunca antes lo había hecho. En estos momentos es como si tuviera entre las manos eso tan codiciado y ansiado por todo el mundo, mientras que seguramente sean muy pocas las personas que en estos instantes van en busca de la misma respuesta.

Mi punto de partida ha sido la propia experiencia que he tenido a lo largo de los años. Me he basado en mis años de universidad en los cuales estudiaba Magisterio porque creo que es la etapa en la que esa pregunta echó raíces. La tenía prácticamente enterrada hasta este año, que ha adquirido una vitalidad renovada porque nuevamente he conseguido sorprenderme a mí misma. Me aluciné concretamente con la Experiencia 3 (RIP. Diálogo de poéticas contemporáneas III) y con el Autorretrato. Jamás hubiera pensado que podría dar eso de mi misma o mejor dicho, que pudiera llegar a pensar de una manera tan diferente.

A continuación me ha parecido conveniente contar todo el proceso seguido en la elaboración de la obra final pues ha sido el instrumento utilizado para lograr el objetivo.

Para finalizar he revelado el misterio. Eso sí, aviso de que es un misterio muy personal, muy sólido para mí y con bastantes “aguas” para otros. Al fin y al cabo la conclusión más consistente a la que he llegado es que cada uno debe resolver por sí mismo el misterio y encontrar su propia respuesta.

MI EXPERIENCIA PERSONAL

Siempre me he preguntado si realmente existe ese “algo”, ese duende que dicen que tienen todos los artistas. A lo largo de mi vida he podido ver numerosos casos de arte que no me han aclarado la duda que me lleva persiguiendo tanto tiempo. No tengo que mirar más lejos de mi propia familia. Desde pequeña he visto a mi madre dibujar, pintar, hacer cuadros para familiares y amigos y he crecido rodeada de esos mismos cuadros en mi salón, en mi habitación y en otros tantos rincones de mi casa. Enseguida nos dimos cuenta que mi hermano llevaba en los genes ese mismo don. Se puede decir que en su día sustituyó el pan por un pincel y eso era lo que traía debajo del brazo cuando mi madre dio a luz. A día de hoy tiene claro que se quiere dedicar a eso, ya ha conseguido exponer un par de veces por haber sido seleccionado entre los 30 mejores en las dos ediciones del Concurso Nacional de Pintura “Cuidad de Frías” y sus obras han logrado sustituir en gran parte a las de mi madre. Sin embargo yo percibo una clara diferencia entre ambos y es que mientras mi hermano crea una obra tras otra, mi madre se limita a plasmar pinturas de famosos artistas o convertir en óleo fotografías que la fascinan. No sé si esa discrepancia puede llamarse “duende” o don o se trata de dos artistas con distintas facultades.

Lo que estaba claro es que fuera lo fuera yo carecía de ello. Nunca me he visto atraída por el arte, prefería dedicarme a otro tipo de actividades como la lectura o la escritura. No obstante tuve una época de pequeña en la que me empeñé en aprender a dibujar exigiendo a mis padres que me apuntaran a clases para ello. Creo que no duré ni un mes, pues me sentía frustrada al no conseguir copiar aquellos horribles dibujos que se me ofertaban, mientras veía que los demás niños iban ascendiendo de nivel sin dificultades. Desde ese momento aparqué toda intención artística y la fui arrastrando durante toda secundaria hasta que, en 4º de la ESO conseguí quitarme ese peso de encima.

¡Quién iba a decir que volvería a enfrentarme a la artística en mis años de universidad! Así fue. En segundo curso de Magisterio la Artística y sus dificultades de aprendizaje constituían una asignatura obligatoria que tenía continuación en el tercer y último año de carrera. ¡Dos años enfrentándome de nuevo a la Plástica! Intenté ser optimista y empezar esas clases con buen pie, pero ni la asignatura ni el profesor me ayudaron a ello, por lo que opté por invertir el tiempo de esas clases en afianzar las relaciones sociales con mis compañeros y entrenarme en los juegos de cartas. Me planté en junio con la asignatura suspensa, junto a otros cuantos que me habían acompañado en mi alternativa. ¿Y ahora qué? Pues ahora llegaban las lamentaciones, aunque ya era demasiado tarde para darnos cuenta de que nos iba a salir caro. Se nos encomendó la elección de una corriente artística, acerca de la cual debíamos hacer un trabajo escrito y un conjunto obras plásticas que le convencieran para ponernos la máxima nota a la que aspirábamos por presentarnos en septiembre: el 5.

Al poco tiempo de acabar el curso decidí ponerme manos a la obra, puesto que si lo dejaba me iba a juntar en tercer curso con las dos Artísticas, y no estaba dispuesta a pasar por ese suplicio. Dentro de mi ignorancia sobre arte recordé un libro que solía ojear a menudo cuando era pequeña y con el que me podía pasar horas y horas sumergida en las pinturas de ese autor que me invitaban a visitar mundos imposibles y realidades jamás imaginadas. Dalí era el único autor que, por el momento, había logrado captar mi atención de forma inmediata, así que consideré que sería una buena idea basar mi trabajo en el Surrealismo. Comencé a investigar acerca de otros artistas de esta misma corriente, de las técnicas utilizadas en sus obras y de los métodos que podía utilizar para realizar mi trabajo y así descubrí cómo realizar una obra de arte conjunta mediante el Cadáver Exquisito o utilizar objetos tan simples como las velas para dejar correr la imaginación.

Sin embargo creo que el mayor descubrimiento lo hice con el collage. Es una técnica que conocemos desde niños pero creo que nunca se nos ha orientado a ella de la manera adecuada. Cuando me planteé la primera composición de collage pensé que iba a ser pan comido y cuando terminé con ella concluí que era la técnica más difícil a la cual me había enfrentado. Reunir todas las piezas escogidas y darlas sentido en un mismo espacio era complicado en un principio, aunque pronto dejé que la imaginación fluyera y tras dos semanas de intenso trabajo consideré la tarea por finalizada.

Cuando miraba las composiciones y las obras sentía algo extraño. Me gustaban. Era la primera vez que aceptaba como arte algo realizado por mí. Yo, que había nacido sin facultades y que, ni siquiera había tenido un interés constante en el arte. Mis sentimientos se vieron corroborados en septiembre, cuando presenté mi trabajo al profesor, quien se quedó positivamente sorprendido.

Es ahí cuando la duda volvió a rondarme. No me considero una artista ni mucho menos. Lo que hice fue algo puntual y que más tarde no se ha vuelto a repetir hasta este curso. Pero ¿cómo yo, que siempre había sido una chica negada para el arte, había llegado a componer obras de un cierto nivel? No hay un don, no hay un aprendizaje. La pregunta se quedó ahí, sin que nadie supiera contestarla.

PROCESO DE REALIZACIÓN DE LA OBRA FINAL “EL DUENDE QUE SE ESCONDE”

Vi en este ensayo una oportunidad para hurgar en el asunto y obtener por fin una respuesta, por lo que apenas di vueltas sobre cuál sería el tema a investigar, lo tenía bastante claro. Decidí estructurar el ensayo en tres partes. La primera se fundamentaría en las opiniones, informes y veredictos que diferentes aristas hubieran realizado sobre un tema tan hablado a lo largo de la historia. En segundo lugar, coincidiendo con la primera parte del actual ensayo, me pareció una buena idea relatar mi experiencia personal, mis propios sentimientos acerca del arte, mis claros pensamientos mi falta de un don y mi grata sorpresa al realizar el trabajo relatado anteriormente. Por último iba a exponer la parte más difícil, desde mi punto de vista: las conclusiones, la tan ansiada respuesta que llevo buscando durante años. Creía que con la mezcla de testimonios de profesionales del campo y mis vivencias, la pregunta iba a dejar de tener interrogante casi de forma inmediata.

Una vez más el arte consiguió sorprenderme y de ese proyecto de ensayo no pude plasmar ni la primera palabra. Me encontré con un obstáculo que dificultaba todo el camino al no encontrar ningún tipo de bibliografía, de revista, de artículo o de un simple testimonio de dudosa fiabilidad en Internet que se decantara por la existencia de un duende en todo artista o apostara por el aprendizaje y la enseñanza de las artes. Creí que era entonces el momento oportuno de consultar al profesor. Sin embargo no me pareció bien plantearle mi problema sin un colchón debajo. Me parecía muy poco oportuno pedirle una bibliografía sobre la cual plasmar mi trabajo. ¿Cuál iba a ser entonces mi tarea? Decidí pensar en una alternativa y seguidamente de la pregunta le propuse que, en el caso de no encontrar lo que andaba buscando, podría sustituir esos testimonios por la trascripción de unas entrevistas realizadas a varios tipos de personas que se relacionaran de formas diversas con el mundo del arte. Parece que la idea le gustó al profesor y me sugirió que en vez de transcribir las entrevistas las grabara en vídeo y así dar forma también a mi obra final. No me lo pensé dos veces y acepté de inmediato la invitación, sin pararme a reflexionar en los inconvenientes que supondría.

Entre esas entrevistas no podía faltar la de un artista, que se dedicara plenamente a ello puesto que, en un principio, es la mejor persona que puede responder al interrogante. Por eso empecé a informarme acerca de las exposiciones artísticas que en esos momentos rondaban la ciudad, con la idea de que el artista en cuestión estuviera junto a sus obras. Di con la exposición de Cipri Molina y tras informarme de cuál era su especialidad, puesto que no había oído hablar de él en anteriores ocasiones, comencé a navegar de página en página hasta hacerme con su email, al cual me dirigí sin pensarlo. No tuve que insistir porque aceptó de inmediato a colaborar en el trabajo. Orgullosa pensé que había superado la parte más difícil. Había conseguido el “testimonio estrella”, el testimonio de un verdadero artista. ¡Qué ilusa!

A lo largo de las entrevistas me he dado cuenta que son los artistas las únicas personas que se ofrecen gustosas a explicarte aquello que les pides. No sé cuál es la razón exacta: promoción, protagonismo, altruismo… Supongo que cada caso será particular y cada cual tendrá sus argumentos. Pero cuando empecé a hacer el trabajo no pensé que iba a ser tan difícil conseguir que el resto de personas consintieran ser grabadas y entrevistadas. Tuve que tragarme muchos “NO” y al principio fue bastante desmoralizante. Incluso pensé en dejarlo y hacer otra cosa, pero el haber conseguido la entrevista con Cipri Molina me hizo seguir con mi compromiso hacia delante.

Antes de comenzar con la entrevista me planteé que era lo qué iba a preguntar y establecí tres cuestiones fundamentales:

- El artista, ¿nace o se hace?

- ¿Qué cualidades debe tener un artista?

- ¿Tiene límites el arte?

Decidí hacer esta última pregunta porque era otra de las dudas que rondaban mi cabeza. ¿Es arte todo lo que se denomina como tal? ¿Quién establece que una cosa sea arte y otra no? ¿Se puede considerar arte un saco de paja que cuelga del techo? Son otras tantas preguntas que llevo haciéndome durante mucho tiempo, sobre todo cuando me encuentro ante obras que no tienen ningún sentido para mí. Cuando realizamos la Experiencia 3, RIP: Diálogos de poéticas contemporáneas III, me costó gran trabajo elegir al artista con el que trabajar. Me marcó encontrarme con Piero Manzoni y su “obra de arte” “Merde d’Artiste”. ¿Es arte una lata llena de heces? Desde luego no se puede discutir la originalidad y es verdad que tal vez a nadie se le había ocurrido antes realizar semejante obra, pero ¿es todo lo original arte? Seguramente si en vez de Piero Manzoni hubiera sido yo la autora, loca sería el adjetivo menos descalificativo que me habrían puesto. Sin embargo las latas de Piero Manzoni se convirtieron en uno de los objetos más populares y valorados del mercado, vendiéndose cada lata al peso según la cotización diaria del oro, llegando a estar valoradas en 60.000 euros. La galería de arte británica Tate adquirió en 2002 una de estas latas por 22.300 libras y con la excusa de que Manzoni era “un artista internacional increíblemente importante”.

Este hecho en concreto me impulsó a realizar la tercera pregunta, aunque se desviara del objetivo principal de mi trabajo, pues me era muy interesante saber si las personas que realmente poseen conocimientos de arte opinaban como yo o conseguían verlo desde un punto de vista diferente que le diera cierto sentido.

A pesar de que estas tres preguntas componían las directrices de la entrevista, no seguí un patrón estructurado, sino que dejé que cada persona se expresara según su forma particular, estableciendo así, más que una entrevista, una conversación.

A continuación me parece interesante que forme parte de este ensayo el proceso de elaboración de las entrevistas: cómo las he conseguido, cuál ha sido mi esfuerzo invertido y, por supuesto, las conclusiones que he sacado de cada una de ellas y que me servirán para llegar a la consecución del objetivo de todo este trabajo o, al menos, a establecer una conclusión propia con una base fundamentada.

Entrevista 1: María, estudiante de Bellas Artes

La primera parada la hice en la Facultad de Bellas Artes, en donde la mayoría de profesores y alumnos se negaron a ofrecerme su colaboración. No les importaba contestar a las preguntas pero no querían formar parte del documental de ninguna manera. En los pasillos encontré a María, que llevaba bastante prisa puesto que tenía que acudir a una clase, así que hice la entrevista lo más rápido que pude, ya que no quise desaprovechar la única opción que me habían brindado en la facultad.

María tenía muy claro que el artista se hace. Según ella las personas que decimos tienen “duende” no disponen de un don especial. Únicamente la diferencia con otros individuos es un interés que les lleva a “obsesionarse” con el tema y a aprender. Por eso todos podríamos llegar a ser artistas, sin embargo es más probable que llegue una persona que ha nacido con ese interés, puesto que su empeño en la tarea será mucho mayor.

Conclusión entrevista 1: el artista se hace, no nace.

Entrevista 2: Sánchez Bono, artista pintor

En todas las galerías de arte que visité, que no fueron pocas, obtuve respuestas negativas. En unas se negaban a ser grabados, en otras respondían que, aunque trabajaran allí, desconocían el mundo del arte. Muchas veces me sentí rechazada por mi proveniencia. Cuando les explicaba que era estudiante de Psicopedagogía y que estaba realizando un vídeo-documental sobre arte me miraban de forma que veían a una persona extraña. Una persona ajena a ese mundo que nada entendía de él y que asomaba las narices por casualidad. Finalmente me recomendaron en una de ellas visitar la galería de un pintor granadino, que seguramente estaría gustoso de atenderme, y así fue. Cuando llegué estaba realizando una entrevista con Canal Sur, por lo que aproveché a visitar su obra y tener una pequeña noción de ella, ya que había llegado a ese lugar por pura casualidad y con el desconocimiento absoluto de la persona a la que me iba a enfrentar. Resultó ser Sánchez Bono, pintor bastante crítico con el arte, con el que obtuve el punto de vista más íntimo y personal de todas las entrevistas. Me asombró su manera, algo brusca, de expresarse puesto que no tuvo ningún reparo en decir todo aquello que pensaba.

El artista, ya sea del mundo de las artes gráficas, de la música, de la poesía o de la escritura, tiene, según S. Bono, un espíritu innato que le lleva a desarrollar una creatividad por una de esas ramas del arte. No obstante es necesario el aprendizaje para que esa creatividad salga a luz. En otras palabras: puedo tener buena voz, pero desafinar, por lo que tendré que aprender a cantar. Es por ello que no desde pequeños tenemos que “apuntar maneras”, sino que tal vez puede surgir el artista que llevamos dentro en un momento determinado de nuestra vida, con una edad ya avanzada.

Sus palabras llegaron a ser muy críticas y, a veces algo contradictorias. “El arte no tiene límites”, defiende, pero tilda la obra de Miró como “tragedia artística” o una alpargata clavada en un madero como un timo hacia el espectador. Pero si el arte no tiene límite, ¿no debemos aceptar cualquier forma de expresión como tal, sea lo que sea?

Conclusión entrevista 2: el artista nace, no se hace.


Entrevista 3: Catina, maestra de Educación Infantil

La protagonista de esta entrevista fue una chica joven que había acabado sus estudios de Magisterio de Educación Infantil hacía dos años, por lo que pronto tendrá que enfrentarse a las clases de Plástica con sus alumnos. Saber cuál era su opinión acerca del desarrollo de un artista y cuáles eran, según ella, las características educables de un artista, fue de gran importancia para mí, ya que me hallo en una situación similar a la suya.

Es de la opinión de que el artista nace, como ella misma denomina, con “una chispa, una magia” que lo distingue del resto de personas. Según su criterio, la formación puede impulsarte y ayudarte a desarrollar capacidades comunes a los artistas, sin embargo se necesita esa nota distintiva para resaltar sobre los demás.

Una de las preguntas que la hice, y que no se encontraban dentro de las pretensiones que en un principio me propuse, fue si ella como maestra creía en el desarrollo de las habilidades artísticas desde los primeros años de educación, a lo cual respondió afirmativamente.

Conclusión entrevista 3: el artista nace, no se hace.


Entrevista 4: Cipri Molina, artista escultor

La cuarta entrevista que realicé fue la de Cipri Molina. Este testimonio ha sido el único planificado ya que me había puesto en contacto con él un par de semanas antes de que fuera a visitarle. Hacía bastante tiempo que lo habíamos hablado, le comuniqué que antes de realizarle la entrevista me gustaría visitar su exposición, con el fin de crearme una idea propia de su arte. Él se mostró casi con total disponibilidad, ya que trabaja por las tardes en una tienda de Granada y podía encontrarle con facilidad en cualquier momento. Tal vez por esa premeditación sentía más pudor a la hora de enfrentarme a la entrevista. Quizá él se había hecho una idea equivocada de lo que iba a consistir el trabajo. Me daba miedo que esperara una entrevista muy estructurada y con una base teórica, la cual no tenía porque no era de mi interés para el trabajo que quería hacer.

Sea como fuere debía realizar la entrevista y afrontar ese trago, por lo que un día me planté en su tienda. Luego fue todo mucho más fácil de lo que yo había imaginado, puesto que es un chico joven y bastante cercano.

Su respuesta fue la menos clara. En un principio se decantó sin apenas pensarlo por la opción de que el artista nace. Él empezó en el mundo del graffiti y la artesanía entre los 14-15 años. La mayoría de obras que ha conseguido exponer son anteriores a la formación que ha recibido, aunque apoya esta última como forma de mejorar el propio trabajo y conocer diversas técnicas, introduciendo en este punto una crítica a la Educación Artística y a la falta de personal plenamente capacitado para ello.

Fue hacia la mitad de la entrevista cuando hubo un cambio de perspectiva. Le pregunté qué características debía tener un artista y no supo enumerarme una serie de facultades. A cambio me explicó que el arte es una manera de expresarse, a través de la cual podemos llegar al resto de personas, modificando sus sentimientos o sus ideas, por lo que todo el mundo puede hacer arte, aunque éste es siempre muy relativo, puesto que lo que puede ser arte para una persona puede no serlo para mí.

Conclusión entrevista 4: el artista nace, no se hace.


Entrevista 5: Manolo, artista callejero

Ya tenía el testimonio de dos artistas más o menos consagrados, pero también me interesaban otras formas de ver el asunto y así me acordé de un señor que a menudo suelo ver por una de las bocacalles de Gran Vía y que pone a la venta sus acuarelas en la calle, para que puedan ser comprados por los transeúntes. Su testimonio fue muy interesante puesto que se trataba de un artista sin ningún tipo de formación, exceptuando su propia experiencia y sus ensayos por lo que, si alguien tiene duende, tenía que ser él.

Nuevamente me encontré con la opinión de que el artista nace, esta vez con un don, pero para llegar a desarrollarse plenamente debe contemplar el trabajo de otros artistas.

Conclusión entrevista 5: el artista nace, no se hace.

CONCLUSIONES PERSONALES

Antes de comenzar con mis reflexiones acerca de este tema debo decir que no he encontrado en el proceso de elaboración del ensayo las respuestas que estaba buscando.

Cuando me propuse trabajar este tema imaginé que por fin iba a invertir un tiempo en investigar y aclarar el dilema. Sin embargo me he dado cuenta de que no existe una verdad absoluta, por lo que, llegados a este punto, no puedo decir ”sí, el artista se hace” o “definitivamente, el artista nace”.

Haciendo un recuento de las entrevistas podemos ver que ha ganado por goleada la existencia de un “algo”. La mayoría cree en ese famoso duende que convierte el arte en una facultad innata en ciertas personas. La única opinión que se desvía es la de la estudiante de Bellas Artes, María. No obstante, en su análisis he llegado a la conclusión personal de que María viene a decir lo mismo que le resto de personas. Lo que S. Bono denomina espíritu, Manolo don, Catina magia, ella lo llama interés. Son distintas formas de denominar ese “algo” inherente a los artistas.

Otro punto en el que convergen todas las entrevistas es la formación. Todos coinciden en que ésta o la experiencia, la práctica, es fundamental para poder desarrollarse artísticamente de una forma plena e ir superándose día a día.

Pues bien, mi principal conclusión es que existen toda una gama de colores entre el blanco y el negro y nada es de uno u otro color como yo pensaba en un principio. Todos los entrevistados vienen a decir lo mismo con unos discursos diferentes. Suelen decantarse por una u otra opción pero al final establecen una mezcla de ambas ya que siempre dan una importancia grande al aprendizaje. Creo que esa es la respuesta al eterno dilema: el artista nace Y se hace. Ambas opciones se complementan dando lugar así a un auténtico artista.

Para explicar esta conclusión lo intentaré hacer con el ejemplo más cercano a mí. Como expuse al principio del ensayo, mi hermano es artista. Desde pequeño ha destacado en la pintura y ha logrado ganar un concurso tras otro. No recibió ninguna formación específica hasta que se decantó por estudiar el Bachillerato de Artes, sin embargo su habilidad ha sufrido una gran transformación. Las piezas artísticas que hacía con 16 años nada tenían que ver con las elaboradas con 4. ¿Qué es lo que ha provocado esta evolución? No ha habido una educación formal, pero sí un aprendizaje adquirido a través de su práctica y la experiencia personal. Los errores cometidos, los logros, las innovaciones con unos u otros materiales son una vía de aprendizaje, personal y sin directrices, pero no por ello menos productivo. Por tanto puedo decir que mi hermano, evidentemente, ha nacido con duende pero ese duende ha crecido y mejorado gracias al aprendizaje.

Si tuviera que ponerle un nombre a ese duende, en forma de cualidad o habilidad sería, en el caso concreto de mi hermano, consciencia de la realidad. Cuando miro los dibujos que mis padres guardan de nuestros años de infantes, la mayor diferencia entre los míos y los suyos son los detalles. Mi hermano es capaz de plasmar detalles evidentes, que están siempre ahí, a la vista de todos y, sin embargo, pasan desapercibidos. Su consciencia de la realidad es tal que fue capaz de autorretratarse sin un reflejo o una foto de referencia. Cuándo, sorprendidos, le preguntamos cómo lo había hecho, su repuesta fue: “me miro al espejo todos los días. No necesito un modelo para saber cómo soy”. De momento no he conocido ha nadie que haya sido capaz de realizar, desde mi punto de vista, esa proeza. Y es tal la conciencia de la realidad que tiene que puede de ver otras realidades paralelas. Son realidades presentes pero traslucidas, las cuales pasan disimuladamente por delante de nuestros ojos. Esas realidades puede plasmarlas en un cuadro abriendo al espectador una ventana que nunca había considerado.

No obstante me planteo lo siguiente: si bien mi hermano es capaz de realizar obras magníficas en pintura, ¿pasará lo mismo con el video-arte, la escultura o cualquier otro tipo de arte? No sé la respuesta, porque no se ha dedicado a ello pero supongo que habrá alguna persona en este mundo que sea extraordinario en una rama específica del arte y no en otra. Entonces podríamos hablar de la existencia de distintos tipos de artistas, por lo que ese “algo” sería aún más misterioso, ya que se trataría de un “duende” diferente según la persona. También podemos deducir que según la especialidad de cada artista se habrán desarrollado en más alto nivel unas habilidades concretas. Entonces ese duende del que hablamos se relejaría en esa cualidad específica de cada artista.

He ahí mi conclusión última del trabajo: el famoso duende es una habilidad que el artista en cuestión ha desarrollado por encima de la media de la población. ¿Cómo ha llegado a alcanzar un nivel superior? Aquí interviene el color gris pues, como he dicho al principio de este apartado, no existe lo blanco o lo negro, el artista NO nace y NO se hace, sino que NACE y se HACE.

Queda demostrado que el ser humano es fruto, aproximadamente un 60-70%, del ambiente, del contexto en el que se ha criado y de la educación (formal, infomal y no formal) recibida, mientras que sólo un 40-30% es producto de la su genética. Es muy difícil determinar qué es producto del ambiente y cuáles son las características con las que hemos nacido. Es más, seguramente las características con las que nacemos se ven modificadas por el contexto en el cual nos desenvolvemos. Ese es el punto de partida de mis hipótesis: cada persona nace con la predisposición a desarrollar ciertas cualidades. Algunos niños son genios de las matemáticas, otros, pequeñas estrellas del fútbol y otros, simplemente tienen una capacidad lingüística algo más avanzada, por lo que se les da mejor la asignatura de lengua. Todos ellos son comparables con los artistas o, mejor dicho, todos son artistas, puesto que han nacido con el “duende” aunque existen muchas diferencias entre ellos.

¿Y qué pasa si no se potencia el “duende”? Si no potenciamos esa mínima capacidad innata de la que disponemos no avanzará o incluso se perderá. Entra en juego el “hacer”. Si un jugador de fútbol quiere rendir en los partidos, tendrá que seguir un entrenamiento y unas instrucciones diarias, mientras que si un niño que pinta bien quiere llegar a ser artista tendrá que recibir una formación. Cuando hablo de formación no me refiero a una educación formal, que también puede ser, sino a las experiencias que busca la persona y al aprendizaje a través de ellas, un aprendizaje por ensayo-error podríamos decir.

De aquí se deriva la siguiente pregunta: si el artista también se hace, ¿todos podemos ser artistas? Pues, contradiciéndome con lo que acabo de decir, NO. Pero “NO” en la escala de grises. No es un “NO” negro, ni es un “NO” blanco. Tomando como ejemplo el de un futbolista: supongamos que mis padres deciden que yo sea futbolista, puesto que si me convierto en una gran estrella tendré el futuro resuelto. Esa es mi filosofía de vida, porque es lo que me han inculcado desde que nací. Es probable que si desde pequeña recibo el entrenamiento y la formación adecuada llegue a ser algún día como Maradona. Sin embargo igual he conseguido esa habilidad con 30 años, por lo que ningún equipo de fútbol fichará por mí y no me sentiré satisfecha ni realizada, ya que esa era mi aspiración. En definitiva, el esfuerzo y el tiempo invertido no han merecido la pena. Tal vez he dejado de lado a un artista dentro de mí…

Creo que podría estar horas y horas versando sobre este tema. A lo largo del trabajo he llegado a pensar que es como la pescadilla que se muerde la cola. ¿Qué es antes? ¿El huevo o la gallina? Cuando llegaba a una respuesta surgía una pregunta de la que nacían argumentos que la rebatían, haciéndome cambiar de bando y volviéndose a repetir la misma historia. Una y otra vez. Tal vez haya llegado a esta conclusión por resignación: si no pueden ser una u otra al 100%...tienen que ser las dos. Siguen surgiendo argumentos positivos y negativos, pero ahora se complementan.

Resumiendo: MI respuesta correcta es que el artista nace y se hace. Es la perfecta complementación para llegar a ser artista.

Pero seguramente cada uno de nosotros tengamos distintas respuestas correctas.

FOTOS ENSAYO: El artista, ¿nace o se hace?



















Estas son las fotos que reflejan mi ensayo , "El artista, ¿nace o se hace?". Hay un total de 18 fotos, no he completado las 20 que se nos exigía en el trabajo. Podría añadir algunas más pero considero que no tendrían sentido dentro de mi ensayo, por eso he decido dejar este número de fotos.


miércoles, 26 de mayo de 2010

OBRA FINAL: EL DUENDE QUE SE ESCONDE

EL DUENDE QUE SE ESCONDE

"El duende que se esconde" es el video-documental que he grabado como obra final de la asignatura. La idea surgió de manera espontánea. En un principio lo que tenía claro era el tema que iba a desarrollar en el ensayo. Había decidido que se basaría en la pregunta "¿El artista nace o se hace?". Mi intención era investigar en la bibliografía y los documentos de grandes artistas en los cuales se pronunciaran acerca de este tema para llegar después a mis propias conclusiones.

Cuando me puse a recopilar dicha información me di cuenta de que, aunque es un tema muy hablado y discutido, no existía una base sólida sobre él. Me quedé atascada y no supe muy bien qué hacer. Pensé en consultar a Ángel, para ver si él me podía guiar o recomendar alguna lectura en particular y así lo hice. Mientras escribía el email que le iba a mandar se me ocurrió que, en el caso de que no llegara a recopilar la suficiente información como para realizar el ensayo, podía basarme en entrevistas realizadas a diferentes personas que tuvieran algo que ver con el mundo del arte, directa o indirectamente, y así se lo hice saber a Ángel.

Su respuesta resolvió el resto de dudas que tenía. Me dijo que, efectivamente, no existía mucha información acerca del tema y que le parecía una buena idea lo de las entrevistas y que podía usarla para matar dos pájaros de un tiro: la idea era grabar esas entrevistas y realizar un vídeo-documental con ellas y mi ensayo podía basarse en mis propias conclusiones, sacadas de ese trabajo. Y así es como lo he hecho.

Tengo que decir que aunque en un principio me alegré de tener ya todo resuelto (tenía la idea, sólo había que llevarla a cabo), a medida que comencé el "reportaje" me di cuenta de la dificultad que iba a suponer. Tuve que tragarme muchos "NO" para conseguir las entrevistas, puesto que la mayoría de la gente no está dispuesta a dejarse grabar, investigar acerca de artistas residentes en Granada y conseguir algún contacto para comunicarme con ellos, etc. A pesar de las dificultades encontradas y de las caminatas que me he pegado por Granada, he conseguido mi objetivo y he plasmado en el vídeo exactamente la idea que tenía en mi cabeza, que para mí, no es poco.

El título del documental, "El duende que se esconde", se debe a ese "duende" que se dice tienen los artistas. ¿Pero es verídica la existencia de ese duende, de ese "algo"? Esa comprobación era el objetivo último de mi trabajo.

A continuación os dejo la sinopsis que he realizado sobre el vídeo y el vídeo en cuestión. Espero que os guste y que saquéis vuestras propias conclusiones...

Sinopsis

"Esta es la historia de un duende que nadie ha visto. Algunos lo sienten. Otros lo desconocen."

De esta manera se resume al principio del vídeo-documental el contenido que lleva dentro. Un reportaje compuesto por las opiniones de diferentes personas que se relacionan con el arte desde diferentes puntos de ese mundo. Desde un maestra, que se enfrentará a las clases de Plástica en un futuro próximo, hasta una estudiante de Bellas Artes, pasando por artistas de distintos estilos. Divergen en su forma de ver al "artista" e intentan esclarecer el polémico dilema de si el artista nace o se hace, dejando establecer al espectador sus propias conclusiones.


jueves, 20 de mayo de 2010

miércoles, 5 de mayo de 2010

EXPERIENCIA 4: VIDEOENSAYO

LA OBSESIÓN TEMPORAL

En el videoensayo que he realizado trato de dar otro punto de vista a la sociedad actual, en la cual vivimos deprisa y corriendo, sin pararnos a pensar o disfrutar en cosas del día a día que nos pueden dar un minuto de placer o felicidad. Ese minuto de placer o felicidad es lo que he querido reflejar en el vídeo a través de cosas "tontas" que podemos hacer todos los días pero que no tenemos en cuenta.

Resumiendo, lo que he querido captar es un minuto característico de la cotidianidad de la mayoría de personas que puede convertirse en un minuto preciado si sabemos admirarlo y no nos obsesionamos con el paso y la pérdida del tiempo. Aprovecha el minuto por muy simple que sea la acción que haya en él.

P.D. En el vídeo aparecen unas letras y una página web. Es la primera vez que me aparecen en el editor que he usado (Windows Media Maker) y no sé a qué se debe. Me he vuelto loca intentando quitarlas. Si alguien sabe por qué aparecen y que puedo hacer para eliminarlas, estaría bien que me lo dijera, jeje. Mientras tanto, ¡ahí se quedan!


TRABAJO DE INVESTIGACIÓN TEÓRICO-VISUAL Y OBRA PLÁSTICA O VISUAL

Aún no tengo muy claro el tema que voy a trabajar aunque, basándome en la experiencia de mis años de Magisterio (en los cuales di dos asignaturas de Educación Artística) y en lo que llevamos de clase este año, creo que voy a centrarme en el famoso mito de "¿El artista nace o se hace?", trabajando así sobre el aprendizaje de las artes visuales y el desarrollo artístico del individuo.

En lo que respecta a la obra plástico-visual lo más probable es que escoja el videoarte. Puesto que en años anteriores ya he realizado obras plásticas (con las cuales me sorprendí a mí misma), me apetece experimentar con otros formatos de arte más novedosos y desconocidos para mí y ver así hasta dónde soy capaz de llegar.