La actividad consistía en fotografiar, en los alrededores de la facultad, una serie de palabras consensuadas entre toda la clase. Éstas varían desde conceptos muy concretos (como Colón o un país) a otros muchos más ambiguos (lo oscuro, lo más pequeño). La fotografía debía ser tomada con un papel celofán de color en los ojos, a modo de filtro.
Desde mi punto de vista es una buena manera de demostrar que no todo es lo que parece y que las cosas varían enormemente dependiendo de las "lentes" con que se miren. Esas lentes, en la actividad, son una condición, pero también lo son en la vida real, ya que cada sociedad crea para para sus individuos unos filtros concretos. La imagen que tiene un alumno de su fotografía tomada con papel de celofán verde nada tiene que ver la tomada por un compañero suyo que utilizó un papel de color rojo. Por poner un ejemplo podemos decir que nada tiene que ver el papel que tiene la mujer en la sociedad europea con el papel que desarrolla en la sociedad asiática.
No obstante no sólo depende de eso, sino que también existe una gran influencia del propio observador. Personalmente considero que son mucho más curiosas las fotos que hacen referencia a conceptos muy concretos, como Colón o el Che. Cuando se nos dice uno de estos dos nombres seguramente a la mayoría se nos viene la misma imagen a la cabeza pero, ¿qué pasa si tenemos que representar esa imagen con unos objetos que nada tienen que ver con ella, en un principio? Es ahí cuando el observador tiene que ir más allá del puro concepto e introducirse en él. Buscar unas ideas, unos lazos de conexión entre el concepto dado y lo que tenemos al alcance para llegar a su representación. Y esos lazos de conexión son completamente distintos entre unos y otros de mis compañeros, que están influenciados por su propia manera de ser. La fotografía será muy distinta dependiendo si el alumno considera al Che un héroe en contra de las injusticias sociales o un guerrillero que fomentó la lucha armada.
En resumen, creo que la experiencia trata de explicarnos que existen numerosas maneras de entender una misma cosa y que esas maneras de entender están condicionadas por un montón de factores, tan diversos entre sí que van desde la sociedad en la que vivimos y las "trampas" o el filtro que ésta nos pone, hasta lo más hondo de nosotros mismos, nuestro propios pensamientos.