jueves, 3 de junio de 2010

AUTOEVALUACIÓN

Aunque en principio sólo se nos ha pedido autoevaluarnos, me apetece acompañar esa valoración junto con una de la asignatura, ya que en clase, por la falta de tiempo, no tuve la oportunidad de expresar todo aquello que quería.

En años anteriores, en Magisterio, el objetivo de esta asignatura era hacer una crítica constructiva de las actividades que actualmente se llevan a cabo en la clase de Plástica, buscando alternativas con las que realmente se consigan los propósitos que ayuden a que el alumno tenga una formación integral. Aprendí que la clase de Plástica actualmente se ve como una "maría" en la cual se intenta que los alumnos pasen el tiempo rellenando fichas de colores o haciendo manualidades que al fin y al cabo no les aportan nada. La función principal del maestro es formar personas. Está muy bien que nuestros alumnos sepan un montón de cosas sobre matemáticas, lengua o conocimiento del medio, es más, es básico para su desarrollo que adquieran conocimientos de estas áreas. Sin embargo es igual o más importante que el alumno desarrolle en una dirección adecuada su personalidad, que no nos olvidemos de su parte emocional, que aprenden a desenvolverse en el ámbito social en el que viven y a expresarse y a comunicarse con los demás. Creo que la Educación Plástica puede hacer hincapié en estos puntos de una forma muy importante.

Llegué a estas conclusiones en las asignaturas abordadas en Magisterio, como he dicho anteriormente, pero no llegaron a enseñarme qué es realmente lo que tengo que hacer cuando me halle frente a mis alumnos. Es por todo ello que pensé que en esta asignatura iba a obtener esas respuestas. En un principio no ha sido así. Digo en un principio porque si lo que esperábamos era que nos dijeran "tienes que hacer esto, esto y esto", podemos esperar sentados. No se nos dan unas respuestas obvias porque no existen. No hay una fórmula mágica para enseñar. Creo que uno de los objetivos “ocultos” de la asignatura era que conociéramos una parte de arte que se encuentra más escondida, completando así los conocimientos que hasta entonces habíamos adquirido. Si no era este el objetivo, al menos es el efecto que ha tenido en mí. Ahora tengo una idea bastante completa de lo qué es el arte, de cuáles son sus pretensiones y de las distintas formas que existen de llevarlo a cabo. Cuando me enfrente a mis alumnos sólo tengo que rebuscar y combinar esos conocimientos para llegar a la consecución de mis objetivos.

Antes de finalizar con la autoevaluación me gustaría hacer una crítica de algunos aspectos que hemos visto en la asignatura, sobre todo en lo que respecta a la charla de Miguel Ángel Tidor. Él nos mostró otra forma de dar la Educación Plástica, desde luego muy innovadora y original. No obstante creo que detrás de esa forma de dar clase había en parte cierta pretensión personal. Nos dejó claro que es un gran artista en el ámbito del videoarte pero no estoy muy segura de que los alumnos realmente entendieran el significado de esas actividades.

Sé que la falta de tiempo ha sido uno de los puntos en contra de esta materia. A modo de sugerencia me gustaría decir que la Experiencia 3: RIP. Diálogo de Poéticas Contemporáneas III, podría haberse alargado más en el tiempo, no continuando solamente con las obras de aquellos autores por los que nos viéramos atraídos, sino también por otros que no comprendiéramos. De esta manera la comprensión del arte sería mucho más fácil. Al ponerse en el lugar de otra persona te preguntas qué es lo que pretende, qué está expresando. Esas respuesta son mucho más factibles si lo que vemos nos gusta, nos es más fácil llegar a la esencia. Ponerse en lugar de otra persona es algo complicado pero a través de ello podemos encontrar las contestaciones a muchos interrogantes que (creo) tenemos la mayoría de alumnos.

He aprendido muchas cosas acerca del videoarte, área que realmente desconocía. Lo más importante no es el manejo de programas para componer vídeo, que seguramente la mayoría ya habíamos “bicheado” en ellos. El mayor aprendizaje se ha dado en la manera de pensar, en la forma en que se nos ha hecho filosofar, cambiando nuestros puntos de vista y mirando más allá de la simpleza de la mayoría de objetos. El famoso pensamiento divergente del que tanto se habla en educación ha estado presente a lo largo de toda la asignatura: ¿qué quiero expresar con una sola imagen? ¿qué es un minuto? ¿se puede concebir como algo más que 60 segundos? ¿cómo puedo sentirme completamente identificada en un vídeo realizado por un compañero? ¿qué tema me interesa tanto como para llegar a establecer unas conclusiones muy personales o buscar las respuestas a mis interrogantes?

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